Comentario
La década de los noventa, la que se había iniciado con la revuelta jónica, a la que los atenienses colaboraron con veinte naves, fue en Atenas escenario de conflictos, donde la herencia de los tiranos y las tendencias renovadoras de la democracia se encuentran involucradas con los efectos de la presencia persa en el Egeo. Pisistrátidas y Alcmeónidas están presentes en los asentamientos costeros afectados por la expansión y por sus acciones represivas o protectoras de determinados grupos colaboracionistas dentro de la política de las ciudades. Mientras Hipias era protegido de los persas, en el 496-95 desempeñaba el arcontado en la ciudad de Atenas un Hiparco, miembro de la misma familia de los tiranos, a pesar de que antes la misma asamblea había votado el apoyo a la revuelta antipersa.
Por otra parte, en el año 493, el poeta trágico Frínico representó su obra "La captura de Mileto", acerca de los recientes acontecimientos, ocurridos cuando la ayuda ateniense ya se había retirado, tal vez porque ya entonces dominaba una política menos hostil a los persas. La obra es de las pocas, conservada sólo los "Persas" de Esquilo, que se refieren a acontecimientos históricos recientes, dentro de un género que habitualmente tiene el mito legendario o heroico como tema. Así se convierte en heroico el drama reciente de la ciudad. Ahora bien, según Heródoto, el público no pudo reprimir su dolor y, consecuentemente, multaron al autor.
El corego, ciudadano encargado de los gustos de una liturgia o función pública cara pero productora de gran prestigio, había sido Temístocles, del genos de los Licómidas, no especialmente brillante, pero considerado hostil a los Alcmeónidas, en unos momentos en que parecen acercarse los intereses de éstos a los de los Pisistrátidas. Si bien Frínico fue multado, sin embargo, al año siguiente Temístocles fue elegido arconte. Tal vez, paralelamente, se hubiera producido un acercamiento a Milcíades, que a su vez había roto con los Pisistrátidas. Las luchas gentilicias reflejaban las tensiones que afectaban a la población en su conjunto, en proceso de consolidación como democracia, para la que los apoyos exteriores, imprescindibles, resultaban oscilantes debido a la alteración de las circunstancias, entre las que la presencia persa y la política externa espartana desempeñaban también un papel.